La blockchain y las criptomonedas no son términos nuevos, sin embargo todo este ecosistema nos ha traído otro término relacionado: web3, pero ¿qué es?
Ya han pasado casi 30 años desde que, en 1994, el británico Tim Berners Lee creaba el World Wide Web Consortium, o mejor conocido como W3C, y se establecieran los estándares web cuya mayoría se siguen usando hoy en día.
Hemos pasado de la web 1.0, de naturaleza estática y casi en su totalidad funcionando del lado del cliente, a la web 2.0 con el auge de las redes sociales, los blogs y el contenido más democrático, en donde los usuarios participaban activamente en esta gigantesca red. Actualmente se viene formando un -no tan nuevo término- la web3
¿Qué es la web3?
La evolución de la web en los últimos años se ha acelerado de manera descomunal, y esto en parte gracias a la disruptiva aparición del blockchain, el cual no solo se limita a las criptomonedas. la web3 es un ejemplo de cómo podría funcionar una web descentralizada.
La palabra más cercana para definir web3 sería un “ecosistema“, el cual está conformado por todos y nadie a la vez. ¿A qué nos referimos? a que los contenidos web y las plataformas son gestionadas de manera descentralizada a través de la blockchain o de multiples servidores descentralizados; una gigantesca cadena de bloques o nodos que permite el funcionanamiento de todo lo que se desarrolle en ella.
Es decir, en la web3, tendremos el contenido de siempre: música, videojuegos, plataformas financieras, redes sociales, arte digital, entre otros. Pero esta vez serán contenidos que no estarán dominados por las “grandes corporaciones” como Spotify o Paypal, sino que serán producidos y utilizados por los propios usuarios y desarrolladores, apoyados de la blockchain.
Sí, la definición de web3 es complicada, sin embargo con este ejemplo nos acercaremos más a la terminiología.
Binance Smart Chain (BSC)
En el 2017 nació Binance, una de las plataformas de intercambio de criptodivisas más grandes del mundo. En el 2020 desplegaron la Binance Smart Chain (BSC), su propia cadena de bloques, en donde nacieron múltiples tokens con diferentes funciones.
Binance y la BSC permiten transacciones con estos tokens, emulando la función de un gigantesco banco; pero en donde, al menos en el papel, no existe ninguna entidad mediadora y sólo los usuarios los dueños de su propio dinero.
Para ser más claro, el dinero FIAT -es decir la moneda que está en nuestra billetera y tarjetas des débito- está regulado bajo las decisiones de los bancos centrales de nuestros países. Pero en el caso de las criptodivisas esta barrera es inexistente.
Decentraland
Creada por dos argentinos. Es una plataforma de realidad virtual basada en la red Ethereum, en donde los usuarios pueden comprar con criptomonedas “parcelas” virtuales de terreno, en donde se puede “construír” y personalizar edificios, además de desarrollar distintas actividades que van desde la exploración hasta los conciertos.
Decentraland trae al recuerdo al popular Second Life, pero esta vez desarrollado bajo el concepto de web3, en donde cada uno des sus “habitantes” poseen sus terrenos y propiedades, además de ir construyendo el metaverso de esta plataforma.
Problemáticas
A pesar de lo bien que pueden sonar todos estos conceptos, la web3 aún se encuentra en fases inciales, además de que hay mucho escepticismo por parte de expertos.
Las principales críticas radican en la ausencia de regulación, la cual ha permitido que algunos proyectos basados en blockchain se hayan convertido en estafas masivas, especialmente en el ámbito de los videojuegos. Además de que muchos sostienen que estas plataformas son usadas para el lavado de activos de dinero proveniente del crimen organizado.
Entre el 2021 y el 2022, el arte virtual creado a partir de tókens no fungibles (NFT), basados en la blockchain, se vendían por millones de dólares y eran promovidos por influencers como Logan Paul, sin embargo la burbuja generada por el hype se desinfló rápidamente y los precios bajaron dramáticamente.
Palabras finales
La Web3 es una evolución prometedora en el mundo digital. Al contrario de la Web 2.0, donde los usuarios son meros consumidores, la Web3 ofrece un enfoque descentralizado y empoderador. Con tecnología blockchain y contratos inteligentes, los usuarios -al menos sobre el papel- tienen control total sobre sus datos y participan activamente en este ecosistema.
La Web3 tiene un potencial enorme al democratizar el contenido web en todos los aspectos. Ahora, no solo las grandes empresas como Google o Facebook pueden proporcionar contenido, sino que la comunidad digital cuenta con más herramientas para crear y participar. Aunque se han dado pasos significativos, aún existen algunos vacíos que requieren observar cómo continúa evolucionando esta nueva era de Internet.
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